Grandes Obras: Preludio a la Siesta de un Fauno - Debussy




Ficha Técnica:


Nombre: Preludio a la Siesta de un Fauno
Autor: Claude Debussy
Género: Poema sinfónico
Fecha: 1892-1894


Descripción:
Aunque Stéphane Mallarmé no era muy conocido por el público ordinario francés, dentro de los círculos más destacados de poesía era todo un maestro. Sus poemas estaban llenos de símbolos, impresiones y color,  diluyó el propio verso y sus palabras con el fin de crear intenciones y evocar sentimientos en el lector. No era de extrañar que los músicos franceses se interesaran por esta poética, tan  impresionista y musical en el fondo. Ya desde su época de estudiando, Debussy mostró gran interés en la obra de Mallarmé, utilizó uno de sus poemas para una canción compuesta en el conservatorio y acudió a diferentes charlas del poeta naciendo entre ellos una fuerte amistad.

Mallarmé había referido en numerosas cartas la dificultad que conllevaba la escritura de su "Siesta de un fauno" debido a su propia complejidad simbolista y escénica que exigía al poema convertirlo en un drama imposible. Después de una lectura en 1965 del poema, con el nombre "Monólogo de un fauno" a Constan Coquelin y Théodore de Banville, Mallarmé abandonó el proyecto en un cajón por considerarlo que sería poco atractivo al público y sólo capaz de ser entendido por poetas. Casi diez años después, el poeta retomó su obra publicándose en 1876 con su forma y título definitivo. 


Traducción de "La siesta de un fauno" por Otto Greiff    
        



 ¡Estas ninfas quisiera perpetuarlas!
Palpita
su granate ligero, y en el aire dormita en sopor apretado.
¿Quizá yo un sueño amaba?
Mi duda, en oprimida noche remota, acaba
en más de una sutil rama que bien sería
los bosques mismos, al probar que me ofrecía
como triunfo la falta ideal de las rosas.

Reflexionemos...
¡Si las mujeres que glosas
un deseo figuran de tus sentidos magos!
Se escapa la ilusión de aquellos ojos vagos
y fríos, cual llorosa fuente, de la más casta:
mas la otra, en suspiros, dices tú que contrasta
como brisa del día cálida en tu toisón.
¡Que no! que por la inmóvil y lasa desazón
el son con la frescura matinal en reyerta
no murmura agua que mi flauta no revierta
al otero de acordes rociado; sólo el viento
fuera de los dos tubos pronto a exhalar su aliento
en árida llovizna derrame su conjuro;
es, en la línea tersa del horizonte puro
el hálito visible y artificial, el vuelo
con que la inspiración ha conquistado el cielo

Sicilianas orillas de charca soporosa
que al rencor de los soles mi vanidad acosa,
tácita bajo flores de centellas, DECID
«Que yo cortaba juncos vencidos en la lid
por el talento; al oro glauco de las lejanas
verduras consagrando su viña a las fontanas:
Ondea una blancura animal en la siesta:
y que al preludio lento de que nace la fiesta,
vuelo de cisnes, ¡no! de náyades, se esquive
o se sumerja ...»


Fosca, la hora inerte avive
sin decir de qué modo sutil recogerá
hírnenes anhelados por el que busca el LA:
me erguiré firme entonces al inicial fervor,
recto y solo, entre olas antiguas de fulgor,
¡lis! uno de vosotros para la ingenuidad.

Sólo esta nada dócil, oh labios, propalad,
beso que suavemente perfidias asegura,
mi pecho virgen antes, muestra una mordedura
misteriosa, legado de algún augusto diente;
¡y basta! arcano tal buscó por confidente
junco gemelo y vasto que al sol da su tonada:
que, desviando de sí mejilla conturbada,
sueña en un solo lento, tramar en ocasiones
la belleza en redor quizá por confusiones
falsas entre ella misma y nuestra nota pura;
y de lograr, tan alto como el amor fulgura,
desvanecer del sueño sólito de costado
o dorso puro, por mi vista ciega espiado,
una línea vana monótona y sonora.

¡Quiere, pues, instrumento de fugas, turbadora
siringa, florecer en el lago en que aguardas!
Yo, en mi canto engreído, diré fábulas tardas
de las diosas; y, por idólatras pinturas,
a su sombra hurtaré todavía cinturas:
así, cuando a las vides. la claridad exprimo,
por desechar la pena que me conturba, mimo
risas alzo del racimo ya exhausto, al sol, y siento,
cuando a las luminosas pieles filtro mi aliento,
mirando a su trasluz una ávida embriaguez.

¡Oh ninfas, los RECUERDOS unamos otra vez!
«Mis ojos horadando los juncos, cada cuello
inmortal, que en las ondas hundía su destello
y un airado clamor al cielo desataba:
y el espléndido baño de cabellos volaba
entre temblor y claridad ¡oh pedrería!
Corro; cuando a mis pies alternan (se diría
por ser dos, degustando, langorosas, el mal)
dormidas sólo en medio de un abrazo fatal,
las sorprendo sin desenlazarlas, y listo
vuelo al macizo, de fútil sombra malquisto,
de rosas que desecan al sol todo perfume,
en que, como la tarde nuestra lid se resume. »

¡Yo te adoro, coraje de vírgenes, oh gala
feroz del sacro fardo desnudo que resbala
por huir de mi labio fogoso, y como un rayo
zozobra! De la carne misterioso desmayo;
de los pies de la cruel al alma de la buena
que abandona a la vez una inocencia, llena
de loco llanto y menos atristados vapores.
«Mi crimen es haber, tras de humillar temores
traidores desatado el intrincado nido
de besos que los dioses guardaban escondido;
pues yendo apenas a ocultar ardiente risa
tras los pliegues de una sola (sumisa
guardando para que su candidez liviana
se tiñera a la fiel emoción de su hermana
la pequeñuela, ingenua, sin saber de rubor):
ya de mis brazos muertos por incierto temblor,
esta presa, por siempre ingrata, se redime
sin piedad del sollozo de que embriagado vime.»


¡Peor! me arrastrarán otras hacia la vida
por la trenza a los cuernos de mi frente ceñida:
tú sabes mi pasión, que, púrpura y madura
toda granada brota y de abejas murmura;
y nuestra sangre loca por quien asirla quiere,
fluye por el enjambre del amor que no se muere.
Cuando el bosque de oro y cenizas se tiña,
una fiesta se exalta en la muriente viña:
¡Etna! En medio de ti, de Venus alegrado,
en tu lava imprimiendo su cotumo sagrado,
si un sueño triste se oye, si su fulgor se calma,
¡Tengo la reina!

Oh cierto castigo...
Pero el alma,
de palabras vacante, y este cuerpo sombrío
tarde sucumben al silencio del estío:
sin más, fuerza es dormir, lejano del rencor,
sobre la arena sitibunda, a mi sabor
la boca abierta al astro de vinos eficaces.

¡Oh par, adiós! la sombra miro a la que tomas.

Debussy manifestó en una ocasión la idea de crear una obra musical inspirada en este poema. Aunque en 1892  ya sepamos de un primer manuscrito, no se sabe con exactitud cuando se realizaron los primeros esbozos. En la partitura de su cantata "La Damoiselle élue" publicada en 1893 anunciaba su próximo estreno, un preludio, interludio y paráfrasis sobre "La siesta de un fauno". Este título tambien se anunciaba en el programa de una acto de Debussy en Bruselas en 1894. Finalmente, el compositor francés presentó el 23 de Octubre de ese año la forma definitiva de su obra prescindiendo del interludio y la paráfrasis.

Esta obra no está atada al poema si no que es una ilustración bastante libre que hizo Debussy, el mismo compositor describió la obra como la "impresión" que le dio la lectura del poema, un viaje a través de los deseos y anhelos de un fauno. Se dice que el propio Debussy siguió el poema verso a verso en la composición del preludio, puede que por eso, el número de versos y compases son el mismo. En cualquier caso, Debussy quiso contar con el beneplácito del poeta y lo invitó a escuchar la partitura tocada por él mismo al piano antes de su estreno.Tras oírlo Mallarmlé dijo: "¡No esperaba nada como esto! Esta música prolonga la emoción de mi poema y describe la escena más apasionadamente que el color"
El 22 de Diciembre de 1894 se estrenó la versión orquestal del preludio con Mallarmé entre el público. El poeta quedó gratamente impresionado por la misma.



Dibujo de Manét que acompañó al poema 


Entre las grandes novedades que presentó esta obra, la primera fue el uso de una nueva orquesta. Para conseguir la atmósfera y color tan ansiados por Debussy no podía utilizar la orquesta convencional si no que diseño la suya propia formada por: tres flautas, dos oboes, dos fagotes, cuatro trompas, dos arpas y toda la sección de cuerdas.


Ahora analizaremos la obra en sí, utilizaremos para los ejemplos la transcripción del preludio a piano, y al final, pondremos la obra en su versión orquestal.
Se podría decir que el preludio tiene una forma ABA' con una introducción inicial del motivo del fauno. Incluso algunos musicólogos como Charles Mauron piensan que la propia estructura es muy similar a la del propio poema de Mallarmé. Otros en cambio desean organizar la obra en otras secciones. Para este análisis seguiremos la premisa reflejada en el libro "Claude Debussy and the poets" de Arthur Wenk que se ajusta a la estructura ABA' con introducción y coda.


Introducción:
La obra comienza con el tema principal en su forma más pura. Este tema, con el que se irá jugando durante toda la obra fue muy novedoso en su época. Se trata de un descenso casi cromático, con el añadido de que la distancia entre la nota que inicia la escala (Do#) y la que la termina (Sol) están a distancia de tritono, intervalo disonante de por sí. Si nos embarcamos en el campo de la semiótica, desde el Renacimiento, el cromatismo descendente se asociaba con estados de dolor o lamento. En este caso, usando la flauta como la voz del fauno y su siringa, este tema representa los anhelos y deseos de un fauno ansioso de atrapar a su amadas y esquivas ninfas.


Sección primera (A):
La primera parte de la obra, a modo de exposición presenta cuatro variaciones del motivo del fauno:
La primera variación (A1) es la armonización del motivo del fauno, se añade un acompañamiento y el tema se extiende la zona final generando un motivo totalmente nuevo.
La siguiente variación (A2) retoma el lamento del fauno  que cada vez va perdiendo más pureza  con respecto a la introducción en pro de una complejidad de la melodía. El lamento se retomará luego transportarlo una tercera mayor descendente.
En la variación (A3) el anhelo del fauno se vuelve más vertiginosa, aumenta de velocidad y se reitera casi como una obsesión, tras esto, un nuevo motivo aparece, el descenso floreado con tresillos.
La última variación (A4), después de presentarse el motivo totalmente cromático y por parte del clarinete, en lugar de la flauta, éste empieza a moverse, paradójicamente, a través de la escala hexatónica (Escala de tonos completos). Se dice que fue en la Expo de París de 1889 donde Debussy escuchó esta música sin semitonos en los bailes de la gente de Indonesia. Cuando la tonalidad se estaba ya agotando, los compositores optaron por adoptar escalas exóticas que aportaran nuevos "colores" a sus obras. 


Esta primera sección tendría su equivalencia en el poema en la parte inicial donde el fauno, tras despertar de su siesta es atormentado por la confusión, su deseo de poseer a las ninfas y las náyades es tan fuerte que las cree ver en todas partes, pero son sólo sombras y animales del bosque quienes crean la falsa ilusión aumentando su anhelo.

Sección central (B):
Podemos identificar un sección central, a modo de desarrollo, otros autores niegan la existencia de éste como tal y lo consideran una superposición de ideas. En cualquier caso, según el libro de Arthur Wenk, esta sección se divide en otras dos:

El primer "desarrollo" (B1) se presenta lírico, inspirado en un nocturno de Chopin con un acompañamiento que se sigue moviendo por semitonos dilatando las escala cromática del motivo del fauno.
La segunda parte de este sección (B2) es una traslación enarmónica. La obra paSa de Do# menor a Reb menor, tonalidades gemelas. El motivo desarrollado en este caso es el floreo por tresillos que ya se presentó en A3.


A esta altura del poema, el fauno está consternado, Un recuerdo del beso de una ninfa le hace dudar si todo lo que había soñado era sólo eso, un sueño. Incapaz de discernir realidad de imaginación exalta las imágenes de las ninfas elevándolas incluso a diosas y recurre a la música de su siringa para aliviar su ardiente deseo.

Sección Final (A'): 
Debussy recurre a una reexposición simétrica. Recupera de nuevo el motivo principal y lo somete a variaciones comparables a la de la primera sección, con recursos similares pero con ligeras innovaciones. Primero se presenta la variación A4', por respetar de manera íntegra el carácter cromático de la escala, por duplicado, seguidamente otra comparable a la A3, la A3' que conserva los tresillos de floreo y por último un A2'. Debussy renuncia a recuperar a esta altura de la obra el motivo principal en su estado fundamental que veíamos tanto en la introducción como en la variacIón A1.



El fauno se rinde, desea encontrar seres a los que poder atrapar y no tan esquivos. El cansancio se apodera de él con un bostezo y se deja caer en el sueño lamentándose por su deseo incumplido.


Coda:
La coda es la última manifestación del motivo del fauno, que suena lejano, débil por las maderas mientras las cuerdas en la región aguda manifiestan en tintineo del sol entre las hojas. El calor nos produce un estado de relajación y ensoñación mientras la música se extingue lentamente.



El fauno reconoce que todo había sido producto de su imaginación, pierde toda esperanza y se deja abrazar por el sueño, lugar donde no escaparán esas ninfas a las que tanto desea perpetuar...



En 1912, Vaslav Nijinski llevó la partitura de Debussy al ballet. Al igual que el compositor francés cambió la concepción de la música con las innovaciones introducidas en la obra, Nijinski hizo lo propio con el ballet. Un baile demasiado erótico y la ruptura con algunas de las reglas fundamentales del ballet clásico le valieron muchos abucheos, incluidos los del propio Debussy. Pero también aplausos desde otros sectores que reconocieron su originalidad. 

Para finalizar os recuerdo que esta obra marcará un antes y un después en la música occidental. Cuando todos pensaban que la tonalidad se estaba agotando, Debussy trajo los ritmos y sonidos orientales trasladando la música a una nueva dimensión, rompió con las relaciones lógicas del sonido y la razón para conmover a la emoción. Os dejo con la versión completa a piano y con la obra original orquestal acompañando la coreografía de Nijinski.


Preludio a la siesta de un fauno - C. Debussy



Comentarios

  1. GENIAL. MARAVILLOOSO
    PERO ME GUSTA LA VERSION DE LA ORQUESTA.
    CON COMPACES LE ANALISIS

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  2. Esto...es muy largo -_-"

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  3. El ballet es maravilloso!! No me canso de verlo.

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  4. Enhorabuena por el artículo, solo una cosa si me permites una sugerencia, creo pasa de Do# menor a Re bemol Mayor, cambio enarmónico y modal... Saludos

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  5. Fascinante artículo. Agradezco mucho la publicación de tan brillante post.
    Soy un apasionado de la música, en especial del piano, sin embargo todos los que vibramos con el actuar de un pentagrama, disfrutamos la lectura de este tipo de post y de sitios como este. Gracias. ¡Enhorabuena!



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